¿Qué es la Economía de Tokens?
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En el mundo de las criptomonedas, la economía de token se refiere a la economía en la que los bienes, servicios y otros activos han pasado por el proceso de tokenización. Estos activos tokenizados operan en la tecnología blockchain, donde la demanda de un intermediario se elimina con éxito.
El proceso es bastante sencillo. Los activos se digitalizan y se les asigna propiedad, lo que hace que el token, también conocido como activo digital, solo sea accesible para aquellos que han sido autorizados para hacerlo. Entonces el propietario podrá participar en un intercambio.
La economía de tokens es similar a las interacciones cotidianas en el mundo real, salvo que está digitalizada, basada en activos cuantificables, gobernada por contratos inteligentes y protegida por la ciencia de la criptografía.
Existen cuatro herramientas que permiten gestionar los tokens: tokenización, documentación, gobernanza y comercio.
El proceso de tokenización se refiere a tomar datos significativos y convertirlos en una línea de caracteres. Permite expresar los activos como una cantidad. Durante el proceso de tokenización, se utilizan las unidades de medida básicas. Incluyen unidades que representan el tiempo (horas, minutos, segundos), longitud (metro, kilómetro), masa (gramo, kilogramo) y otras. Además, los propietarios pueden clasificar sus tokens como fungibles (divisibles) o no fungible (no divisible). La tecnología Blockchain registra y rastrea la propiedad de cada activo digital y permite comercializarlos de forma segura.
Agregar la prueba de autenticidad de un activo y/o cualquier otra información relevante en la cadena de bloques se denomina documentación. La firma del autor, la clave hash (identificador único) y timestamp son las tres pruebas principales que muestran cuándo ocurrió cada documentación específica y quién la impulsó.
Los contratos inteligentes asumen el papel de gobernanza al vincular acciones específicas a condiciones específicas. Si estas condiciones se rompen, las acciones nunca verán la luz del día. En cierto modo, son exactamente iguales a los contratos habituales que vemos todos los días en el mundo real. La principal diferencia es que los contratos inteligentes operan en una cadena de bloques.
Los contratos inteligentes se utilizan para establecer un conjunto de reglas para el comercio de activos digitales. Además, estos contratos actúan por sí solos cuando se cumplen los términos y condiciones en la blockchain. Dado que pueden llevar a cabo transacciones sin ninguna indicación adicional, se abren posibilidades para ahorrar más tiempo y eliminar cualquier intermediario.
El comercio (trading) es un aspecto importante de la economía de tokens. La tecnología Blockchain permite a cualquiera convertir cualquier cosa en un activo digital, al tiempo que proporciona la capacidad de mantener todos estos activos exactamente de la misma forma. Es mucho más sencillo comerciar dentro del mundo virtual que fuera de él, ya que no tienes que preocuparte por la logística de cómo conseguirás que tu activo llegue a tus manos. En otras palabras, es sólo el proceso de convertir un valor en otro. Si te preocupa el fraude, puedes dejarlo a un lado ya que, como se mencionó anteriormente, los contratos inteligentes tienen la capacidad de asegurarse de que las transacciones no se completen hasta que cada participante cumpla con las condiciones predeterminadas. Así, esquemas como el doble gasto se detienen antes de que puedan causar un daño real.