¿Qué es una Subasta?

Entonces, ¿Qué es una subasta? Bueno, es un evento de venta que ocurre en vivo, en persona o directamente en línea. El objetivo de los participantes es adquirir bienes o propiedades mediante pujas.

Las partes implicadas en una subasta están formadas por el subastador, encargado del proceso de puja, y los licitadores, que aspiran a adquirir los bienes expuestos. Cuando el bien o mercancía se presenta por primera vez en la subasta, el subastador abre el turno de pujas con una puja inicial determinada, cuya cantidad es la más baja posible a pagar.

Una vez fijada la puja inicial, los interesados pueden ofertar precios más altos hasta que nadie ofrezca un precio superior. El mejor postor es declarado ganador de la subasta y recibe la propiedad del bien. Cuantos más licitadores participen en una subasta, mayores serán las posibilidades de que se produzca una puja competitiva con mayores sumas ofrecidas por el bien.

Las subastas se remontan a la antigua Grecia. Aunque el formato ha evolucionado con el tiempo, algunos aspectos fundamentales han permanecido inalterados. Al comienzo del evento, los postores pueden ver los bienes en venta y determinar si desean comprarlos. Normalmente, los licitadores reciben tarjetas de puja individuales al registrarse.

Las subastas holandesas son un formato de subasta en el que las pujas se realizan en orden inverso. La puja inicial se fija en un precio alto. El subastador pide un precio progresivamente más bajo hasta que uno de los participantes acepta el precio o, en algunos casos, hasta que alcanza un límite predeterminado, también conocido como precio de reserva.

Algunas subastas, conocidas como subastas electrónicas o "e-auctions", tienen lugar en plataformas digitales, donde los usuarios publican imágenes de un artículo en venta, y los postores pueden presentar sus ofertas en línea. Estas plataformas permiten a los usuarios establecer un límite de tiempo para la subasta. Una vez que expira el plazo, el mejor postor puede pagar por el artículo.

Las subastas electrónicas suelen estar centralizadas. Pueden contener vulnerabilidades de seguridad que pueden ser aprovechadas indebidamente. Las subastas electrónicas descentralizadas, basadas en blockchain, ofrecen un mayor nivel de seguridad, y el proceso de subasta es más eficiente.

Las plataformas digitales permiten subastar criptomonedas y otros activos basados en blockchain. Durante las subastas, las criptomonedas suelen venderse a un precio inferior al del mercado. Los criptoactivos que se subastan suelen ser recuperados de casos penales.

Al inicio del periodo de subasta, los inversores deben registrarse e introducir sus pujas. El adjudicatario debe pagar el activo en un plazo determinado. Para recibir los activos subastados, los licitadores deben ser titulares de un monedero digital. En muchos casos, tienen que cubrir los costos de transacción para que el activo sea depositado en sus monederos.

Las subastas de tokens no fungibles (NFT) son cada vez más populares. Funcionan de forma similar a otras subastas digitales, con un periodo de puja establecido y la recompensa para la oferta más alta. Los ganadores reciben los NFT en sus monederos digitales.

Algunas subastas de NFT implican artículos físicos. En estos casos, el subastador puede quedarse con el objeto físico, pero el NFT sirve como prueba de propiedad para el mejor postor.

Pero, ¿Qué es una subasta electrónica? En principio, los datos de la subasta se registran en la cadena de bloques (blockchain). Si se produce algún cambio en los datos de la subasta, debe verificarse mediante una firma digital criptográfica. La blockchain pública recibe la firma digital como copia de seguridad.

La firma digital cambia cada vez que se alteran los datos en la cadena de bloques. Esto permite que los datos de la subasta sigan siendo transparentes y accesibles para cualquiera que quiera inspeccionarlos. El mecanismo de alteración de la firma digital con cada cambio mantiene los datos de la subasta a salvo de intentos de pirateo o fraude.